Estaba con ganas de mostrarles este sencillo frosting porque no tiene complicaciones y es combinable y, por supuesto, su textura es bastante resistente para rellenar y cubrir tartas. Como ya saben, yo soy poco de chocolate blanco, casi siempre lo evito ya que es un sabor muuuuuy suave; y como no tiene chocolate en sí prefiero el clásico o el chocolate con leche. Pero sí puedo decir que no deja de ser un rico sabor dulce y suave para aquellos que lo prefieren, y lo mejor es que se le puede aplicar color y escencias para darle un mayor sabor, juega muy bien en ese sentido por ser versátil.
Vamos a partir, como siempre, de la base de crema de mantequilla, así que serían los siguientes ingredientes:
- Crema de mantequilla (ver aquí)
- 150 gr de chocolate blanco
Preparamos una crema de mantequilla clásica
Derretimos el chocolate blanco a baño maría o con ayuda de un microondas. Si lo hacen con lo segundo, hay tener en cuenta que el chocolate blanco es muuuuy delicado y para que no se nos vaya a quemar, hay que hacerlo en tandas de 15 segundos.
Cuando tengamos la crema de mantequilla bien formada, agregamos el chocolate blanco derretido al batido.
Batimos unos minutos para integrar bien, desde este punto podemos agregar escencias o colorantes si lo requieren. Es opcional, yo no le puse nada pero sí se podría hacer si lo desean.
Terminado el batido, quedará una crema muy suave, esponjosa y de fácil manejo tanto para tartas como para cupcakes, es perfecta para usarla con manga pastelera o espátula.
Es perfecta para nuestras tartas y cupcakes, queda una textura ideal para usar con manga pastelera.
♥ Esta receta alcanza para cubrir 10 cupcakes o una tarta de 15cm de diámetro.
*Probé a ponerle mermelada de frambuesa y queda genial, le aporta color natural y enseguida se integra el sabor y esta suuuper buena con esta mermelada, es cosa de probar si lo deseean.
Aquí una foto del resultado: Derecha son frosting de chocolate blanco y frambuesa y los de la izquierda frosting de chocolate blanco.